Todo comenzó cuando en un viaje Carolina Placencia notó que el agua que salía del grifo tenía exceso de cloro, que se evidenciaba incluso en el olor. Al regresar a Quito se unió a Jocelyn Valencia y Danilo Mendoza para dar forma a la solución de este problema que se vive a diario a través de productos de filtración de agua que contienen como elemento principal la Cáscara de Coco, dotando de esta manera una alternativa orgánica , sostenible, sustentable y así lograr tener agua para el consumo de manera inmediata.
Somos un emprendimiento que ofrece una solución más efectiva a las maneras existentes de beber agua a diario, a través de productos de filtración de agua, que sean de fácil uso, económicamente accesibles y responsables con el medio ambiente preservando la salud de las personas.